... Y siempre hay alguien dispuesto a escucharlo...

jueves, 20 de octubre de 2011

Segundos Inolvidables

"La mejor forma de fortalecer la voluntad y hacer cosas que cuestan es ponerse directamente a hacerlas, sin pensar en el esfuerzo o el tiempo que llevarán..."




Me paso media vida escondida entre letras y se me hace bastante complicado hablar de ti. No sé cómo ni por dónde empezar... La verdad es que voy a comenzar diciendo que sigues, a día de hoy, sorprendiéndome. Nunca imaginé que tu fuerza de voluntad te llevara tan lejos por conseguir lo que querías.

Disfruto verte compitiendo, y competir es ganar, es la sensación de cortar la cinta. Salir  de la última curva de la carrera y ver esa cinta al fondo de la recta final. Verte girar la cabeza por última vez y comprobar que nadie te va a estropear este momento, tú momento. Miras al frente, cierras los ojos y aceleras, para sentir cómo el público te empuja hacia la victoria, olvidando los dolores, olvidando tu cuerpo y únicamente teniendo conciencia de tu espíritu, que ahora vibra con las emociones de esos últimos segundos.



Es la rabia de tanta presión soportada durante meses y durante las últimas horas de carrera , que estalla en los metros finales al comprobar que todos los sacrificios y trabajos no han sido en balde. Es sentimiento, el de toda la gente que te hemos acompañado durante tu carrera, que hemos puesto una semilla para construir esta victoria.
Es mi alma la que me dijo que podrías conseguirlo y que ahora me dice que lo has logrado. Es todo esto lo que durante unos pocos segundos dota a tu cuerpo de una extraordinaria fuerza capaz de correr más deprisa de lo que has corrido jamás, capaz de saltar más arriba, más lejos o de levantar el mayor peso posible y, al mismo tiempo, lo que hace añicos tu mente como la más débil la cual, te hace llorar, caerte, besar sin control... Es la piel de gallina y las lágrimas de felicidad. 


Eres increíble y por todo esto, merecen la pena los sacrificios hechos, las victorias y todo lo que vendrá. Porque el sabor de la VICTORIA es lo que te engancha, te atrapa y, como si de una droga se tratara, te obliga a desear sentirlo de nuevo, te obliga a volver a empezar el proceso para que al cabo de unos meses sientas otra vez estos segundos de fuerza interior descomunal... estos segundos de felicidad sin control...