... Y siempre hay alguien dispuesto a escucharlo...

martes, 1 de marzo de 2011

El amor en Cualquier Parte

Ella llevaba un libro de Almudena Grandes. Él, uno de Juan Villoro. Ella llevaba zapatos rojos. Él, zapatillas negras. Entraron apenas se abrieron las puertas. Ella se sentó, él quedó de pie frente a ella.
Él miró de reojo el libro de ella, y le gustó. Ella miró de frente el libro de él, y le gustó. Media estación después, él puso su zapatilla junto al zapato de ella, tocándolo por la punta. Ella no movio el pie. Y un calor determinante empezó a fluir desde el dedo del pie hasta las manos, desde las manos hasta los libros y desde los libros hasta el aliento. Si un sobresalto lo hacía separar el pie, lo devolvía de inmediato a su posición deseada.
Así anduvieron los lectores, los ojos clavados en el papel, el pie clavado en el piso, seis estaciones completas, con un romance de solapas y sin verse nunca el rostro.


2 comentarios:

  1. Me parece una vuelta con mucha más fuerza. No sabía que seguías escribiendo en este maravilloso blog.

    No permitas que nadie corte tus palabras, que encierre, como a un preso, tus pensamientos, que encarcele tus sentimientos, como si estuvieran fuera de la ley.

    Sigue escribiendo para todos los que te leemos, que contigo al fondo de tus palabras, la vida se ve desde otro prisma...

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  2. Un millón de gracias hermana!...

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