... Y siempre hay alguien dispuesto a escucharlo...

viernes, 4 de marzo de 2011

Siempre Hay Alguien...

Mi vida ha sido como un oscuro océano, lleno de corrientes y de fantasmas inimaginables. Y yo, una galera a su deriva, siempre con las velas extendidas al viento, unas veces del norte y otras tantas del sur... como un marinero que solo se forja su mundanal paso por el mundo, una forma de agotar su tiempo... y asi durante años... Llegando a puertos y volviéndose a marchar. Algunos invitaban a quedarse pero el marinero es solitario y no quiso prosperar en tierra alguna...

Cerraba mis velas con la esperanza que me daba no ver tierra firme ni a proa ni a popa, tampoco a babor ni estribor y dejar a mi galera flotando en su deseo... Mi mente estaba serena ahora como las aguas que surco día a día pensando que ningún amor me esperaba en el puerto...

Navegué por mares profundos, y también a través de lagos cristalinos que resultaron ser peores que esos mares, intenté dejar mi nave en algún destino esperando algo que nunca llegó y volví a aferrarme a mi nao a la que llamé "Nómada", surcando de nuevo las aguas y como única compañía... la luna...

No preocupándome más por ello llegué a mi destino, nunca olvidado y siempre esperando en mi mente. Las aguas azules llenaron de vida mis venas secas desde hace siglos y devolvieron los latidos a mi corazón. Aguas tranquilas en las que el fondo de arena clara podía verse. Mi destino estuvo más cerca de lo que nunca imaginé.

Me agarré tan fuerte a mi nuevo hogar que viví feliz en mi espacio por mucho tiempo. Como un naúfrago asenté mis pertenencias y me preocupé de muchas cosas antes olvidadas. Esa playa ahora era mía y me sentía como Valdivia en el Nuevo Mundo frente a los indios.

Y así, pude comprobar que después de navegar y navegar siempre hay un destino al que llegar y siempre, aunque lo dudemos, hay alguien que te espera en puerto para abrazarte, para volver a ver al marinero que partió un día y volvió a regresar...

1 comentario:

  1. Hermana, es lo más bonito que leído nunca.

    Es una vida que conozco relatada en palabras sencillas y llenas de emoción.

    Eres grande entre las grandes.

    Cuando edites tu libro, quiero ser la primera lectora, haces florecer todo mi seco interior.

    TE QUIERO MUCHISIMO...

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