... Y siempre hay alguien dispuesto a escucharlo...

jueves, 20 de enero de 2011

Amor Imposible

Hay amores imposibles. Aquellos que se resisten, aquellos en los que la chispa no prende, la magia no aparece. Pero también están aquellos en los que el amor explota, la chispa arrasa, la magia perturba sin fin... Pero son amores imposibles.

A veces nos enamoramos de personas que no debemos o al menos no es socialmente correcto. Así es el amor. En ocasiones surge con fuerza y no respeta leyes, imposiciones, pautas sociales, parentescos y un sin fin de trabas más.
Muchas veces el amor imposible es un amor prohibido o casi prohibido. Dos amigos o hermanos que aman a una misma mujer; el que se enamoró perdidamente de la madre de su mejor amigo; aquellos primos que eran como hermanos y, sin embargo, en todos ellos el amor surgió con una fuerza imposible de controlar. Las diferencias de edad, el grado de parentesco, las barreras sociales, barreras culturales, raciales, religiosas... hacen muchas veces que un amor, pese a su fuerza, sea un amor imposible.


El amor es cosa de dos, pero no siempre los dos involucrados encajan perfectamente. ¿Quién no ha vivido un dolor profundo a causa de un amor no correspondido? Muchas obras maestras han sido creadas por causa del amor imposible. Canciones, poemas, libros.

A veces nos enamoramos de las personas menos indicadas, lloramos en silencio, o nos alegramos con sólo verle o estar cerca. Un amor imposible es como estar viendo una película, ser el espectador que observa desde afuera como transcurre la vida, que en ocasiones sufre y en otras se alegra.

A veces es necesario pasar esta amargura de un amor imposible, porque algo debemos aprender de esta experiencia, que nos permitirá estar preparados para recibir un amor verdadero o a nuestra alma gemela.

Sólo decir que este tema es a petición de un lector o lectora así que espero os guste...


lunes, 17 de enero de 2011

El Amor Es El Remedio Más Eficaz

    Hay un antídoto contra la soledad, a la mano de todos, natural como la vida misma, para evitar la más peor de las pobrezas, la soledad; es gratuito, funciona siempre, no crea adicción y mejora enormemente la calidad de la vida. Sólo es cuestión de cambiar los ingredientes que nos proponen. En lugar de individualismo poner solidaridad; sustituir la autonomía por la donación desinteresada, y orientar la libertad al servicio del bien del otro.

Si la soledad es el sentimiento que surge cuando se constata que no soy nada, ni nadie para un alguien, el antídoto eficaz será la experiencia de importar a otro, y de importarle mucho. En una palabra, la soledad muere cuando nace el amor. Nada llena más el corazón del ser humano que descubrir que por mí, otro piensa, vive, actúa y elige. Mi existencia tiene sentido; la indiferencia queda en el olvido. Sentirse amado, sencillamente por ser yo; no por lo que hago, ni por mi dinero, ni por ningún otro interés. Se es amado por ser, nada más y nada menos … que uno mismo.


Hay una frase que repito sin cesar en mi día a día y que al decirla parece que todo va mejor, es que cada vez que te sientas sólo, recuerda, porque si me piensas, estaré.


viernes, 14 de enero de 2011

Una Carta de George Carlin

La paradoja de nuestro tiempo es que tenemos edificios más altos y temperamentos más reducidos, carreteras más anchas y puntos de vista más estrechos. Gastamos más pero tenemos menos, compramos más pero disfrutamos menos. Tenemos casas más grandes y familias más chicas, mayores comodidades y menos tiempo. Tenemos más grados académicos pero menos sentido común, mayor conocimiento pero menor capacidad de juicio, más expertos pero más problemas, mejor medicina pero menor bienestar.

Bebemos demasiado, fumamos demasiado, despilfarramos demasiado, reimos muy poco, manejamos muy rápido, nos enojamos demasiado, nos desvelamos demasiado, amanecemos cansados, leemos muy poco, vemos demasiada televisión y oramos muy rara vez.

Hemos multiplicado nuestras posesiones pero reducido nuestros valores. Hablamos demasiado, amamos demasiado poco y odiamos muy frecuentemente.

Hemos aprendido a ganarnos la vida, pero no a vivir. Añadimos años a nuestras vidas, no vida a nuestros años. Hemos logrado ir y volver de la luna, pero se nos dificulta cruzar la calle para conocer a un nuevo vecino. Conquistamos el espacio exterior, pero no el interior. Hemos hecho grandes cosas, pero no por ello mejores.

Hemos limpiado el aire, pero contaminamos nuestra alma. Conquistamos el átomo, pero no nuestros prejuicios. Escribimos más pero aprendemos menos. Planeamos más pero logramos menos. Hemos aprendido a apresurarnos, pero no a esperar. Producimos computadoras que pueden procesar mayor informacion y difundirla, pero nos comunicamos cada vez menos y menos.

Estos son tiempos de comidas rápidas y digestión lenta, de hombres de gran talla y cortedad de carácter, de enormes ganancias económicas y relaciones humanas superficiales. Hoy en día hay dos ingresos pero más divorcios, casas más lujosas pero hogares rotos. Son tiempos de viajes rápidos, pañales desechables, moral descartable, acostones de una noche, cuerpos obesos, y píldoras que hacen todo, desde alegrar y apaciguar, hasta matar. Son tiempos en que hay mucho en el escaparate y muy poco en la bodega. Tiempos en que la tecnología puede hacerte llegar esta carta, y en que tú puedes elegir compartir estas reflexiones o simplemente borrarlas.

Acuérdate de pasar algún tiempo con tus seres queridos porque ellos no estarán aquí siempre.

Acuérdate de ser amable con quien ahora te admira, porque esa personita crecerá muy pronto y se alejará de ti.

Acuérdate de abrazar a quien tienes cerca porque ése es el único tesoro que puedes dar con el corazón, sin que te cueste ni un centavo.

Acuérdate de decir te amo a tu pareja y a tus seres queridos, pero sobre todo dilo sinceramente. Un beso y un abrazo pueden reparar una herida cuando se dan con toda el alma.

Acuérdate de tomarte de la mano con tu ser querido y atesorar ese momento, porque un día esa persona ya no estará contigo.

Date tiempo para amar y para conversar, y comparte tus mas preciadas ideas.

Y siempre recuerda:

La vida no se mide por el número de veces que tomamos aliento, sino por los extraordinarios momentos que nos lo quitan.



miércoles, 12 de enero de 2011

Todos necesitamos una brújula

Navegar sin naufragar por el mundo de las emociones requiere una brújula. Porque no basta con amar: hay que amar de forma incondicional. No basta con escuchar: hay que escuchar atentamente. No basta con llorar: hay que aprender a superar el dolor. No basta con intentar resolver los problemas de quienes amamos: hay que ayudarles a responsabilizarse y a sobreponerse a los obstáculos. Cuando necesitan una solución no basta con darles nuestra solución: debemos ayudarles a encontrar sus propias soluciones.

Sin embargo nada de esto responde a la forma posesiva de amar de los seres humanos, ni al sentido institivo de proteción de los padres, ni a nuestro miedo visceral al cambio, ni a la capacidad innata alguna que nos permitiera, en un mundo ideal, reconocer y sanar nuestras propias heridas emocionales. Requiere, en cambio, adquirir una serie de destrezas.

El primer paso para entender las emociones de los demás es conocerse a uno mismo. Es escabar en nuestro sustrato emocional, destripar nuestros impulsos y entender las fuentes de nuestra ira y de nuestro dolor para poder convivir armoniosa y plenamente con nuestras emociones y con las de los demás.

Lo natural en la vida son los conflictos y las crisis. Son inevitables. Lo importante es conocer y saber manejar las herramientas básicas para resolverlos. Porque las emociones son intensas todos somos potenciales naúfragos emocionales. El derrumbe de las estructuras morales y sociales nos otorga actualmente una enorme y positiva libertad de elección en nuestra vida. Esta nueva libertad necesita urgentemente la adquisición de una brújula, es decir, de las herramientas que nos permitan navegar por los cauces imprevisibles y apasionantes de nuestras vidas.


viernes, 7 de enero de 2011

Bésame Mucho

"Hay besos que producen desvaríos
de amorosa pasión ardiente y loca,
tú los conoces bien, amor, son besos míos
inventados por mí... para tu boca"

Pues sí, besar es la mejor manera de demostrar el amor que uno siente. Y existen mil maneras de hacerlo y ninguna es igual. No besamos de la misma manera según a quién vayan dirigidos esos besos.

La Filematología estudia precisamente esto, el lenguaje universal y no verbal de los besos. Los besos quedan al descubierto la personalidad de cada uno de nosotros e incluso las bocas dicen mucho más de lo que creémos. Las personas que tiene la boca grande se definen por ser sensuales, aventureras, dipuestas a experimentar, sinceras y llenas de vitalidad, asi que para ellas cada beso es un descubrimiento, con todo y las sensaciones que este conlleve. Las personas con la boca pequeña son gente algo frívola, refinada, que saben lo que quieren y como obtenerlo, así que no tienen ninguna dificultad en besar tierna o apasionadamente.
Los labios finos indican dureza, frivolidad y perfeccionismo en todos los sentidos, por lo que si quienes tienen este tipo de labios no quedan satisfechas con ese beso que dieron o recibieron, lo volverán a intentar cuantas veces sea necesario, hasta que esten convencidos de que ese beso es excelente. Los labios gruesos son indicios de que la persona es amante del placer y la comodidad, es optimista y sabe disfrutar cada instante de su vida, asi que para ella cada beso, no importa su forma o duración, es disfrutable.

Los expertos aseguran que el besar a la pareja es una gran herramienta para combatir el desánimo y una excelente forma de mejorar la salud.

Besa para sentir y hacer sentir, de tal manera que sea una experiencia agradable y placentera para ambos.


Espero que os guste...

miércoles, 5 de enero de 2011

El Día de la Ilusión

Hoy es un día mágico. Esta noche pasarán los Reyes Magos por todas las casas del mundo para repartir felicidad desde los más pequeños a los más mayores. Una noche en la que todo lo malo se olvida y sólo nos queda la ilusión de abrir paquetes envueltos de un papel que sólo el verlo nos hace sonreír.
Hace mucho tiempo aprendí, de manos de mi amigo Ismael, que los Reyes no son Magos, sino Mágicos. Comprobando la definición de mago podemos comprobar que mi amigo está en lo cierto ya que, como primera acepción, el diccionario nos dice que es “aquel que conoce o practica la magia o las ciencias ocultas” y si buscamos mágico, el diccionario nos devuelve “maravilloso o estupendo”. Entonces, ¿qué creéis?...
Ni Halloween ni tan siquiera Papá Noel son capaces de “derrocar” a los verdaderos protagonistas de la noche más esperada del año. Se hacen esperar doce larguísimos meses, pero, por fin, y a lo largo de la noche de hoy, visitarán las casas de niños de todo el mundo. Por eso, y para no dejarnos llevar por los nervios, es importantísimo tener todo a punto, a tiempo, y no perderse ni un detalle de lo que está por venir en las próximas horas.
Ahora os tengo que dejar ya que tengo que salir a ver la Cabalgata de mi ciudad, a ver a sus majestades de Oriente y no os olvidéis acostaros pronto pues si ven luces encendidas, no entrarán… Que duerman felices sabiendo que los Reyes Mágicos no se han olvidado de sus hijos y relájense que mañana no hay que trabajar. Disfruten de su Roscón y que tengan buen día de regalos…

lunes, 3 de enero de 2011

Un Día Extraño

Hoy es un día de esos en los que aunque le ponga todo el empeño del mundo en sacar palabras de mi cabeza no lo consigo. Ahora, sola en el salón de mi casa, intento pensar en qué me he convertido, en qué he convertido a los seres que están a mi alrededor y en qué estoy convirtiendo a los que no lo están pero me piensan. Las ideas alborotan mis entrañas y no consigo hacerlas parar ni tranquilizarlas. Creo que me estoy volviendo loca poco a poco y dándome cuenta, aunque como se suele decir “la folie est parfois splendide” (la locura es a veces espléndida).

Aquí, en la soledad de esta habitación ahora tan fría, me doy cuenta de que estoy así, sola y perdida en el mundo, rodeada de mucha gente pero de muy pocas personas. Que todos parecen estar a mi lado pero en realidad están demasiado lejos y yo, aquí esperando no sé qué, algo que espero que pase y nunca llega. Hace un par de días, con el nuevo año, me propuse mirarlo como si fuera la primera vez que desfilaran 365 días ante mis ojos pero no logro conseguirlo, decaigo una y otra vez y no puedo controlarlo.

Me considero un poco erizo según las palabras de Muriel Barbery en su libro “La elegancia del erizo”: por fuera estoy cubierta de púas, una verdadera fortaleza, pero se intuye que, por dentro, tengo el mismo refinamiento sencillo de los erizos, que son animalillos falsamente indolentes, tremendamente solitarios y terriblemente elegantes… O por lo menos eso creo porque ya no sé quién soy.

Perderse significa ir hallando y no saber qué hacer con lo que se va descubriendo, estoy perdida… ¿eso tiene arreglo?...


 "Incomplete", me emociona cada vez que la escucho pero me devuelve la paz que necesito, espero que os guste tanto como a mí...